SI NO LES VIENEN TENTACIONES LAS “PONGO YO”

Teresa nos habla aquí de algo tan curioso, nos hace aterrizar y caer en la cuenta de la “falsa paz” que podemos vivir muchas veces. Creyendo que ya somos ángeles y que aparentemente no vivimos dificultades en el camino del seguimiento de Cristo. Esto no será siempre, las dificultades, pero de ordinario nos suele suceder, nos ayudan a ir “muy adelante” nos dirá Ella.  Pero hay unas “almas” que aparentan ya ser “ángeles” aquí en la tierra y son de las que trata en este texto, las que no viven con transparencia su vida y  temen mostrar sus dificultades.


"Yo os digo que ya que en la oración os haga el Señor mercedes y os dé lo que después diré, que salidas de allí no os falten mil tropiecillos, mil ocasioncillas, quebrantar con descuido lo uno, no hacer bien lo otro, turbaciones interiores y tentaciones. No digo que ha de ser esto siempre o muy ordinario. Es grandísima merced del Señor: así se adelanta el alma. No es posible ser aquí ángeles, que no es nuestra naturaleza. Es así que no me turba alma cuando la veo con grandísimas tentaciones; que, si hay amor y temor de nuestro Señor, ha de salir con mucha ganancia. Yo lo sé. Y si la veo andar siempre quieta y sin ninguna guerra (que he topado algunas), aunque la vea no ofender al Señor, siempre me traen con miedo, nunca acabo de asegurarme y probarlas y tentarlas yo, si puedo, ya que no lo hace el demonio, para que vean lo que son. Pocas he topado; mas es posible ya que el Señor llega a un alma a mucha contemplación".   CAD 2, 3


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