EL Carmelo recuerda hoy el Carmen al beato Francisco Palau y Quer, el fundador de
las Carmelitas Misioneras y de las Carmelitas Misioneras Teresianas. Nacido en
Aytona (Lérida) el año 1811, tuvo que abandonar el claustro carmelitano en la
exclaustración decretada por el Gobierno español el año 1836. Ordenado
sacerdote, se dedicó a la predicación de misiones populares en Cataluña, Aragón
y Baleares y creó en Barcelona «La Escuela de la Virtud» para la formación
catequética superior. Fue desterrado a Ibiza.
De los escritos
espirituales del beato Francisco Palau, presbítero
La eficacia de la oración en favor de la Iglesia (Fragmento)
Dios, para conceder
su gracia aun a aquellos que ni la piden ni pueden pedirla, o no quieren, ha
dispuesto y tiene mandado: Rogad los unos por los otros para que os salvéis.
Si Dios dio la gracia de la conversión a san Agustín, se debió a las lágrimas
de santa Mónica; y la Iglesia no tendría a san Pablo, dice un santo Padre, sino
por la oración de san Esteban.
Y es digno de
notarse aquí que los apóstoles, enviados a predicar y enseñar a todas las
naciones, reconocen que el fruto de su predicación era más bien efecto de la
oración que de su palabra, cuando en la elección de los siete diáconos, para
que se encargasen de las obras externas de caridad, dicen: Nosotros nos
aplicaremos de continuo a la oración y al ministerio de la palabra. Repare
usted bien que dicen se aplicarán primero a la oración y solo después de esta
al ministerio de la palabra, porque no fueron sin duda nunca a convertir un
pueblo antes que en la oración hubiesen logrado que se convirtiera.
Jesucristo empleó en
orar toda su vida y solo predicó unos tres años.
Así
como Dios no dispensa sus gracias a los hombres sino mediante la oración,
porque quiere que le reconozcamos por la fuente de donde dimana todo bien,
tampoco nos quiere salvar de los peligros ni curar las llagas ni consolar en
las aflicciones sino mediante la misma oración.
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