Dentro del Cántico Espiritual
San Juan de la Cruz nos comparte el efecto que hace Dios mediante su Amor. Al insertarnos
en el Misterio de Cristo, nos transforma en otro Cristo. “Habita en nosotros y
nosotros en Él”. Por medio del Amor se da una “semejanza” reciproca: Por un
lado somos otro Cristo y Él nuevamente se hace uno como nosotros….Se “Encarna”.
Asume nuestra humanidad, nos conoce, sabe y comparte nuestros sentimientos. Semejanza
de Amor, Igualdad de Amor. Veamos el texto:
"…que es verdad decir que el Amado vive en el amante, y el amante en el
Amado; y tal manera de semejanza hace el
amor en la transformación de los amados, que se puede decir que cada uno es el
otro y que entrambos son uno. La razón es porque en la unión y transformación
de amor el uno da posesión de sí al otro, y cada uno se deja y cambia por el
otro; y así, cada uno vive en el otro, y el uno es el otro y entrambos son uno
por transformación de amor. Esto es lo que quiso dar a entender san Pablo (Gl.
2, 20) cuando dijo: Vivo yo, ya no yo, pero vive en mí Cristo. Porque en decir
vivo yo, ya no yo, dio a entender que aunque vivía él, no era vida suya, porque
estaba transformado en Cristo, que su vida más era divina que humana; y por eso
dice que no vive él, sino Cristo en él." CB
12, 7
No hay comentarios:
Publicar un comentario