Canción 9
¿Por qué, pues has llagado
aqueste corazón, no le sanaste?
Y, pues me le has robado,
¿por qué así le dejaste,Podcast Carmelitanos
y no tomas el robo que robaste?
En esta canción
retoma la querella entre el alma y el amado por el dolor causado tras la herida
de amor.
¿Por qué, pues has llagado
aqueste corazón, no le sanaste?
Reclama no tanto la
herida de amor, sabemos que por estar enamorada entre más herida mejor. Reclama
el no haberla sanado “Acabándola de matar”. Las heridas de amor son tan sabrosas
para el alma que desea ser llagada hasta morir. Le llaga la ausencia luego del
toque de amor y le sanará sólo la presencia gloriosa de su amado.
Y, pues me le has robado,
El alma enamorada
dice tener el corazón “robado”, por
Dios, fuera de sí está su corazón, puesto en las manos del amado. San Juan de la Cruz nos da la pista del verdadero
amador de Dios, describiéndolo como alguien que no tiene corazón para sí, ni
para su gusto y provecho, sino para “honra y gloria de Dios”.
Sabiendo que ningún corazón
puede estar sin ninguna posesión, Este corazón está sólo para Dios, pero adolece
por no poseer por completo y así está el alma “Como el hambriento que espera
su manjar”.
¿por qué así le dejaste,
Vacío, hambriento,
solo, llagado, doliente, suspendido en el aire.
y no tomas el robo que robaste?
Por mucho que esté
el alma unida a la voluntad de Dios, necesita del “salario y la paga de amor”. Al pedir como paga el amor demuestra que es
verdadero el amor que dice sentir por Dios. Sentencia el Santo: “La paga y el salario del
amor es amor y más amor, hasta llegar a la perfección del amor”. El que ama a Dios no ha de pretender ni
esperar otro galardón de sus servicios sino la perfección de amar a Dios. Quiere amar a Dios de la misma manera que se siente amado por Él.